Por más increíble que parezca, una enorme ballena se tragó a un hombre con todo y kayak y luego lo escupió.
El hecho se registró en el estrecho de Magallanes, en la Patagonia de Chile, específicamente en la bahía El Águila.
Como se aprecia en el video adjunto, que se ha hecho viral en las redes sociales, el hombre estaba navegando en su kayak cuando, de repente, una gran ballena jorobada salió del agua, abrió sus fauces y se lo tragó, pero a los segundos lo escupió.
La víctima fue identificada como Adrián Simancas, un joven venezolano de 24 años quien practicaba piragüismo junto a su padre de 49 años.
Luego de la acción, el padre del joven lo aconsejó para salir del agua.
“¡Tranquilo! Agarra el bote, no te subas, agárralo, vente para la orilla, tranquilo, ya voy”, le gritaba su padre mientras lo rescataba.
“Quisimos atravesar remando la bahía El Águila, teníamos el tiempo a nuestro favor y estaba siendo eficiente la remada, pero de repente el clima se puso feo y ahí mi papá preparó la cámara”, dijo Simancas en una entrevista a CHV Noticias.
Su padre, Dell Simancas, dijo que el chaleco salvavidas fue fundamental para que su hijo no se ahogara, ya que ambos estaban en shock.
“Pensé que había muerto, que algo me había comido, que me estaban atacando para devorarme y fueron tres segundos hasta que salí del agua”, agregó el hijo.
De acuerdo con el diario El País, este tipo de ballena jorobada es una de las especies más robustas del planeta, los machos miden, por lo general, 15 metros, mientras que las hembras pueden alcanzar hasta los 20 metros y pesan entre 30 y 40 toneladas, incluso algunos han llegado a pesar 48.
Su dieta se basa principalmente de plancton y peces, pero su garganta por lo general es pequeña, por lo que difícilmente pueda tragar a un ser humano.
“Seguramente esta ballena estaba muy concentrada alimentándose en Magallanes y sin querer atrapó a esta persona que estaba haciendo su lindo paseo en kayak. Y luego la escupió porque, por supuesto, las ballenas no son depredadores de humanos, no son especies agresivas. De hecho, no tienen la capacidad de tragar algo tan grande como un ser humano. Por suerte, a esta persona no le pasó nada”, explicó en sus redes sociales Susannah Buchan, oceanógrafa inglesa.
Al final, tras el gran susto y retomar la calma, Dell logró remolcar a su hijo hasta la orilla para ponerse los dos a salvo y reflexionar sobre la increíble experiencia que vivieron.